20 de septiembre de 2013

Un acertado arranque del Ciclo Poesía en Sidecar

Como Eusebio Priego dice en uno de sus versos: escribir es acariciar momentos, escuchar poesía de este entrañable grupo de amigos, entusiastas de este arte cada vez más mayor, es sentirse acariciado por la POESÍA, dejarse vivir en ella, contagiarse de su emoción, de la energía que desprende. Ellos forman parte del grupo Poesía en Sidecar y lo lidera Rosa Jimena.
El pasado 19 de septiembre arrancaron el motor de este vehículo de dos plazas, en el Café Libertad 8 con la actuación de Ángeles Fernangómez, que se convirtió en lluvia, cuando cada gota se junta con su poro. Ella, poeta, actriz, mujer emprendedora de los más audaces proyectos poéticos, literarios,  nos presentó a Eusebio Priego, poeta con aspiraciones a ocupar el otro asiento del sidecar. La espontánea aparición del llamado Maestro de este colectivo, el poeta Enrique Gracia Trinidad, mejoró notablemente la expresión de los poemas en la voz de Eusebio, el cual, finalmente se ganó su plaza.
A dúo nos desgranaron su poemas. La palabra arraigó en el espacio, verso de Eusebio y broto la creación, deseo de Ángeles, entre un silencioso y abundante público muy conectado entre sí.
Un parte de Poekas se unió también a esta conexión y fue fotografiado por Gustavo Efrain Ortega, el cual generosamente nos regaló estas dos imágenes.

2 comentarios:

Rosa dijo...

Muchas gracias Elena y ese grupo de Poekas que nos apoyásteis en la inauguración de nuevo ciclo de POESÍA EN SIDECAR. Me hubiera gustado poder hablar más con vosotros, pero es verdad que Ángeles y Eusebio merecieron ese lleno tan impresionante en LIBERTAD 8, que no permitió hacerlo. De todas formas, encontraros allí me produjo una sensación deliciosa. Un abrazo mi querida amiga Poeka y mi deseo de que empecéis con fuerza esa tertulia tan necesaria.

Marina Tapia Pérez dijo...

Es un gusto enorme pertenecer a este grupo tan unido, tan creativo, tan único. Buenos amigos y buenos poetas, ¡todo un lujo! Tanto engancha, que aunque ya no vivo en Madrid, sigo disfrutando de los viajes de este Sidecar. Un abrazo, Elena, gracias por compartir.